– El maestro heredó el oído de su abuelo llegado de la isla de Cuba
Por Jorge Huerta E./ informatePR
Coatzintla, Ver.- Con una selección de maderas que pueden durar su secado y consistencia hasta 30 años después del corte del árbol, para la elaboración de los instrumentos, el maestro laudero debe de saber escucharlas, pues producirán el sonido indicado, para el disfrute del oyente más exigente, declara el maestro Sócrates Marbán, quien ha desarrollado un oído privilegiado para construir sus instrumentos musicales.
Él explica que, en el caso del carrizo, el corte debe hacerse durante la luna llena, en el punto cardinal donde recibe los primeros rayos del sol; cada nota, cada asonancia tiene su propia característica, por ello la decisión es primordial, que la fuente fluya en una sintonía de notas acompasadas de los instrumentos que Marbán transforma con una precisión milimétrica.
En un pequeño espacio con herramientas de carpintería que hace las veces de taller de laudería, en el municipio de Coatzintla, Sócrates Marbán Muñoz, carpintero y músico, quien habría heredado el oído musical de su bisabuelo llegado desde la isla de Cuba a la región de la laguna de Tamiahua a principios del siglo XX, ha acumulado la experiencia familiar desde hace décadas.
Conjunto de maderas
Él cuenta que ha trabajado con lo que encuentra a la mano; roble, cedro, palo de rosa y chijol, entre otras, son las maderas de la región que ocupa como materia prima, en ellas busca dentro de sus principales atributos tengan características armónicas, pues de ahí saldrán distintos instrumentos al mercado, ya sea para músicos profesionales o aprendices.
Marbán dice que se tiene que experimentar con las maderas, su abuelo y tatarabuelo fueron carpinteros “… aprendí (carpintería) desde los seis años y a los 12 años conocí a un laudero en la zona de Quirasco (Coatzintla) hacía guitarras con madera de piocha… me decía que la madera él las hervía, las colgaba… ya secas, el timbre, le decía a mi abuelo, le tiene que pegar y debe de sonar así… el día que pueda hacer una mía…”
Para hacer los muebles, Sócrates toca las maderas, asegura que deben tener un timbre, algunas tienen mejor timbre que otras, la elaboración de los muebles le ha ayudado a comprender la diferencia, y dio como ejemplo las voces humanas, algunas son grabes, agudas, chillonas, nasales, voces pulmonares.
“Yo no puedo meter una madera rasposa… a lo mejor en un saxofón sí… también hice saxofones de bambú… muchos quenistas buscan una quena de bambú porque es un sonido rasposito, en la de plástico no, es un sonido muy natural muy claro, en alientos… en la de cuerdas (guitarra) buscan un sonido muy claro o muy apagadito, te lo da el conocimiento de la carpintería”.
Como traje a la medida
Aunque podríamos advertir que en el mercado encontramos instrumentos musicales, éstos son genéricos, sin embargo, el maestro Marbán afirma que lo mejor es que cada quien tenga un instrumento personalizado, es por eso que en su fabricación toma en consideración a la persona que lo usará.
“No todos los instrumentos son para todas las personas… una percusión si no se adapta pega en el piso…” él dice que si pesan muchos los bazos se cansan… los instrumentos que salen de su laudería son personalizados para que sean ejecutados de le mejor manera posible. En el caso de las flautas, se elabora de tal manera que la puedan soplar, por la distinta capacidad pulmonar.
En una ocasión le llevaron una jarana que no le daba la mano a la mujer, de tal modo que si te lastimas las cuerdas no funciona, no le habían medido la mano al usuario, así es que cada instrumento debe ser como un traje a la medida, los detalles de la ergonomía son importantes.
Medición áurea
Desde la época de la Grecia clásica, los filósofos y matemáticos de esa antigua civilización hablaban de una fórmula matemática que se encuentra en la naturaleza, esta proporción se parece a la secuencia Fibonacci, misma que encontramos en el reino vegetal por la disposición de las hojas en el tallo, o de la distribución de los pétalos de las flores.
El número áureo, también conocido como número de Dios, es la proporción que denota la belleza de la naturaleza, incluso cuando hablamos de las artes, en la arquitectura, la pintura y en la fotografía principalmente. Por supuesto que en la música no podría pasar por alto, por tanto, en los instrumentos musicales también se estaría utilizando.
Sócrates Marbán construye la caja de los instrumentos con la mítica medición. “La caja tiene su proporción aurea, hago ese tipo de laminado, en la caja, y sobre la proporción áurea hago el laminado en la caja”. Incluso podría decir que algunas de las guitarras que arma tiene aspecto extraño, pues la boca la tienen por un costado, él dice que no interfiere en lo acústico ni en lo armónico.
La quena
“La primera vez que escuché una flauta con Martín Cáceres, conocí la quena, me la prestó después cuando supe que era la afinación y las notas empecé a hacer quenas… alrededor de los 19 años”. Comenta que la primera quena que fabricó era de manguera negra de agua, posteriormente, cuatro años después, hizo una con un afinador electrónico.
En 1993 se formó un grupo musical llamado “Eco andino” al que perteneció. Uno de los escenarios recurrentes era un espacio en un negocio de café cantante llamado Jugos Chey, en la avenida “Heriberto Kehoe” de Poza Rica, en él que tocaron varios años los fines de semana, el grupo estaba conformado por personas con experiencia en música Latinoamericana.
En ese tiempo conocieron varios instrumentos como la quena, las zampoñas, el charango y cuarto de guitarra, sin embargo, una situación de salud impidió que siguiera con la actividad musical, pero esta fuera una de las etapas de Sócrates Marbán, quien ha transitado de carpintero a músico y después como laudero.
Música latinoamericana
Desde muy pequeño Sócrates Marbán ha escuchado música fuera del ámbito comercial, a través de los gustos musicales de sus familiares conoció a temprana edad a cantantes como Mercedes Sosa, Violeta Parra, y Oscar Chávez; también ha enseñado el oficio de laudero, pero aún no ha hecho escuela, ya que es difícil conformar un equipo que trabaje bajo la misma mística. (26/noviembre/2023)
