– El cortometraje retoma la novela de B. Traven que retrata el acoso de las compañías a propietarios de terrenos sobre yacimientos petrolíferos
Por Jorge Huerta E./ informatePR
La novela de B. Traven La Rosa Blanca plasma la realidad de aquellos años en que las compañías petroleras tenían mucho poder, incluso operaban con sus propias reglas, por encima de la soberanía del ejecutivo y la legislación de nuestro país.
La Condor oil, en la película homónima de la novela, dirigida por Roberto Gavaldón (1961), hace referencia a la poderosa compañía El águila, que en la región del totonacapan tenía prácticamente acaparada la producción de principios del siglo XX.
La amenaza sobre los propietarios que poseían terrenos, cuando se negaban a vender, pesaba hasta que cedían, incluso con la complacencia de las propias autoridades, algo que en la cinta se evidencia en la persona del entonces gobernador del estado Miguel Alemán Valdez.
La película La Rosa Blanca, filmada en la ciudad de Poza Rica, fue objeto de censura gubernamental; el tema petrolero es algo controversial hasta la fecha, sobre todo cuando se habla de la política económica del país.
La otra Rosa Blanca
En el cortometraje La otra Rosa Blanca, se retoma la historia del comerciante Jacinto Yañez (Ignacio López Tarso), quien, según un descendiente de Pedro Tremari, personifica a ese que fue uno de los primeros italianos que llegaron a tierras mexicanas desde Europa y quien compró terrenos donde se encontraba la finca de Palma Sola, en el municipio de Coatzintla y Cantón de Papantla.
Dentro de la hacienda se encontraba el campo de Furberos, que se convertiría a la postre en unos de los principales yacimientos petrolíferos que se empezaron a explotar durante el porfiriato, y donde tenía su destino el trayecto de la maquinita, conocida como la burrita, que venía desde Cobos, en la margen derecha del río Tuxpam.
Antes de explotar el petróleo de Furberos y Palma Sola, la hacienda trabajaba para producir una serie de productos del campo, maderas, y por supuesto la tan codiciada vainilla, tesoro aromático que creó la fama del Cantónpapanteco a nivel mundial.
Todo parece indicar que efectivamente, la hacienda de Palma Sola pudo haber sido la inspiración para B. Traven porque existe un ingrediente más del cual poco se habla, que fue un desencuentro en la operación de compraventa por parte de la compañía de los hermanos Furber, de origen inglés, apellido del cual la comunidad de Furberos toma el nombre.
Estadísticas
La Secretaría de Fomento en un anuario estadístico de la república mexicana de 1907, publica información de la producción de maíz, chile, chicle, frijol, tabaco, caña de azúcar y vainilla, principales cultivos de la llanura costera, donde la hacienda de Palma Sola hizo su gran aporte.
Incluso en volumen, el distrito de Papantla rebasa en el reporte de aquel año en todos los rubros al distrito de Tuxpam; de ese calibre era la riqueza del Cantón de Papantla, donde estaba asentada la famosa hacienda de Palma sola, que poseía una impresionante extensión de 24, 270 hectáreas y se encontraba en parte de los municipios de Coatzintla, Papantla y Coyutla.
Octavio Tremari, bisnieto de Pedro Tremari, quien fuera propietario de la Hacienda de Palma sola a finales del siglo XIX, afirma que dentro de la tradición familiar se decía que la Rosa Blanca era la (Hacienda) Palma Sola, ubicada en el municipio de Coatzintla, dentro del Cantón de Papantla.
El campo de Furberos, primer lugar donde se perforó un incipiente pozo petrolero, se encontraba dentro de los terrenos de la Hacienda de Palma sola que a la postre fue vendida por Pedro Tremari a uno de los consorcios formados por los hermanos Furber y otros copropietarios para su explotación.
“La otra Rosa Blanca”, es un cortometraje que reaviva el recuerdo de las compañías petroleras en el totonacapan, lugar que antes de considerarse un activo petrolero fue un espacio donde fructificó una gran producción agropecuaria.
¿La Rosa Blanca es la hacienda de Palma Sola de los Tremari…? Queda mucho que contar al respecto, sin embargo, todo parece indicar que aquella riqueza de suelos donde hubo vainilla y distintos productos del campo cedió su lugar para convertirse en un ícono del inicio de la industria del hidrocarburo a finales del siglo XIX y fue contada por el misterioso B. Traven.
La otra Rosa Blanca es producto de los Talleres de cortometraje creativo a cargo de Ricardo Benet, responsable del departamento cinematografía de la Universidad Veracruzana, dependiente de la Direccción de Comunicación Universitaria. (2023)