– Hasta luego compadre
Por Mario Noriega Villanueva/ informatePR
No podemos sino decirle a quien había sido el Matusalén del periodismo regional y seguramente estatal, mi compadre Alejandro Vélez Reyna, hasta luego. Él, ya está en el reino de Dios descansando luego de varios días de una dolorosa agonía. El sábado 29 del presente mes que por cierto hoy concluye.
Alejandro Vélez Reyna, fue un auténtico cronista deportivo y en el periódico para el cual trabajaba, nadie lo igualará. Pudo, en su tiempo, haber sido uno de los mejores cronistas deportivos del país, pero no quiso aceptar el llamado del entonces «EL HERALDO de México» en el cual me dejó la corresponsalía. Con un conocimiento que muy difícilmente –ojalá y nos equivoquemos–, llegara a ser igualado. Lo mismo escribía de béisbol, fútbol, baloncesto, softbol, atletismo, en fin, todas las ramas del deporte.
Llegó a esta región se San Luis Potosí, vía Papantla en donde arreglaba relojes, posteriormente vino a Poza Rica a trabajar por un tiempo en Pemex, pero le agrado el periodismo deportivo donde el periódico «EL TIEMPO», inició escribiendo del deporte que lo apasionó desde entonces y hasta la muerte: el ciclismo, del cual fue promotor incansable, participando él mismo en las competencias.
Así como fue el mejor cronista en el periodismo deportivo escrito, así lo fue también en radio, dando cátedra siempre de esa área. Vélez Reyna –mi maestro–, siempre tuvo especial atención con los aprendices de cronista deportivo. A todo mundo lo orientaba, sobre lo que es el deporte y la dedicación que se debe tener para obtener conocimientos como él los fue acumulando a través de los años.
Llegó a ser gerente del equipo Tuzos de Guanajuato, sucursal de los Petroleros de Poza Rica. Fuimos los únicos cronistas –bueno, él como gerente y yo como enviado de «EL TIEMPO»–, de la periferia que asistimos a la Convención Mundial de Béisbol Profesional, que por primera vez salía de los Estados Unidos y su sede fue la capital del país.
Todavía en «EL TIEMPO», cada quien tomó el rumbo que quiso y mientras él no quiso salir de la sección deportiva a mí me enviaron a información general. Siempre conté con su orientación y por eso me consolidé en esa sección. Posteriormente al desaparecer «EL TIEMPO», cada quien fue al medio al que le convino, pero eso no termino con la cercanía que nuestra amistad había consolidado.
Hoy, solo la muerte terminó con esa amistad, pero lo recordaremos siempre hasta que también nos toque el turno de partir y seguramente allá en lo etéreo nos volveremos a ver. Ojalá que en el medio donde terminó su existencia, haya alguien que se interiorice bien de lo que es y representa el deporte, aprendido de sus enseñanzas que no dudamos dio a sus compañeros, aunque hemos de insistir, alguien como Alejandro Vélez Reyna, va a ser muy difícil tomando en cuenta la desviación total que ha sufrido el periodismo comercializado que hoy se práctica.
Vélez Reyna, se ha ido, pero su imagen permanecerá para siempre. Hasta luego compadre. (30/octubre/2022)