– Indígenas totonacas fueron pieza clave para el despunte de la que posteriormente fue nombrada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Por Jorge Huerta E./ informatePR
Cuando hablamos de la zona arqueológica de El Tajín como Patrimonio de la Humanidad, inevitablemente nos viene a la mente la pirámide de los nichos, de la misma forma cuando hablamos del rescate de los edificios prehispánicos pensamos en los arqueólogos como los principales actores para dar vida a las edificaciones perdidas en esta parte de la selva del totonacapan.
Sin embargo, el investigador Sam Holley- Kline, durante la videoconferencia “El Tajín y la historia regional del Totonacapan, historias entrelazadas”, dio un giro al reconocer que los nativos totonacas que fueron una pieza importante en los trabajos de rescate, pero no solo en términos generales, sino que mencionó a cada uno de los protagonistas de tan ardua labor.
Sam Holley- Kline hizo una remembranza de cuando fue redescubierta la zona arqueológica de El Tajín allá por el año 1785, es decir, antes de la independencia de nuestro país; con las primeras excavaciones, que posteriormente fueron más en forma, después de la creación de la Comisión científica de Cempoala entre los años 1891 y 1892.
El académico resaltó que cuando se habla de un lugar de esta naturaleza el prestigio prácticamente se lo lleva el equipo de arqueología que llega a descubrir lo que la tierra y naturaleza esconden, pero en raras ocasiones el crédito es para los trabajadores.
Como ejemplo en una imagen antes del rescate de la zona arqueológica se muestra más arriba El Tajín chico y en la parte baja un campo petrolero del cual se hizo para la extracción del hidrocarburo, también existe una historia que va más allá de los arqueólogos, pero nadie sabe quien hizo las instalaciones petroleras, quienes eran esos trabajadores, de ese mismo modo se cuestionó sobre quienes habían trabajado en el rescate de los edificios prehispánicos.
Ese otro aspecto, de los trabajadores que se encuentran en una lista de raya, esa gente que trabajó en el redescubrimiento de El Tajín venían de comunidades como Zapotal Santa Cruz, La Lagunilla, San Lorenzo y los alrededores cuando armados por hachas y machetes, unos 80 totonacas hicieron los primeros trabajos de derribar los corpulentos árboles, desenraizar y acarrear bajo la batuta de Guillermo Dupaix alrededor de 1791- 1804.
Los trabajadores a lista de raya que laboraron por temporadas y los custodios que son los encargados de la vigilancia de los bienes patrimoniales son quienes en esta ocasión objeto de reconocimiento; el trabajo de desmonte a cargo de un conserje, un poco más de un siglo atrás.
Los trabajadores a lista de raya estaban divididos en dos categorías, peones y albañiles; los peones realizaban labores para desmontar, destroncar, desenraizar, chapear, excavar acarrear escombros y traer agua, por su parte los albañiles mezclaban el cemento, pegaban la piedra y reconstruían la arquitectura prehispánica. El hecho de poder tomar fotografías hoy en día y subirlas a instagram no solo se debe a la labor de los arqueólogos, sino también al trabajo de peones y albañiles, afirma el investigador.
En una tabla mostrada se ven los nombres de los trabajadores que desde 1936 tuvieron actividad dentro de la zona arqueológica; Tirso González Pérez, Pedro Pérez Bautista y Guadalupe González fueron los primero que aparecen en el registro. En 1937 aparece Mauro Pérez Bautista y en 1945 Faustino González y Bartolo Simbrón de León. En 1947 se sumaron Teódulo González Méndez y Tomás Simbrón. Muchos de estos totonacas prácticamente hicieron carrera dentro de la zona arqueológica de El Tajín.
Otros personajes fueron Celedonio Xochihua Pérez, Quintín Pérez González, Roberto Pérez Mateo, Erasmo Elías Pérez, Aniceto Juárez González, Herminio Xochihua Pérez, Santos Garcia Xohihua, Gustavo Elías Pérez, Eliseo Pérez Ramírez, Epifanio de León Méndez, Onésimo Juárez González, Aniceto Simbrón González, Pánfilo Santes Ramos, Gerardo García Pérez y Bernardino Méndez García.
Algunos de los trabajadores iniciaron como peones y albañiles y posteriormente se volvieron custodios o guardianes; Modesto González fue contratado como conserje y vigilante en 1923 y aunque no se jubiló, laboró casi 50 años dentro de la zona arqueológica; Teódulo y Rosalino González Méndez, hijos del primero también hicieron labor como custodios. Pedro Pérez Bautista, fue el encargado de El Tajín durante décadas.
El arqueólogo Sam llamó generación intermadiaria a quienes trabajaron de 1980 a 1987 como Leodegario Santes García, Leonardo Morales García, Gonzalo Hernández García, Valente Santes Méndez, Ambrosio Pérez Xochihua, Rubén Hernández Hernández, Alejandro Santes García y Juan García Elías.
Sam Holley- Kline realizó una conferencia a través de las redes sociales de la Vicerrectoría de la zona Poza Rica- Tuxpam de la Universidad Veracruzana, donde enfatizó que la historia de la arqueología reconoce a los arqueólogos, sin embargo en la historia del Tajín los totonaccos siempre han tenido un papel activo, por lo que su enfoque en esta ocasión fue dar valor a los trabajadores de los alrededores de la zona arqueológica, en la región del totonacapan. (16/agosto/2021)
Para ver la conferencia completa: https://www.facebook.com/VicerrectoriaPozaRica/videos/527882268327258/
