El cronista de la ciudad de Poza Rica, José Luis Rodríguez Badillo, el poeta, maestro Andrés Bolaños y el maestro de José Luis Morales, Luigi (Foto: Jorge Huerta E.)
El cronista de la ciudad de Poza Rica, José Luis Rodríguez Badillo, el poeta, maestro Andrés Bolaños y el maestro de José Luis Morales, Luigi (Foto: Jorge Huerta E.)

– El maestro Luigi compartió experiencias junto con el cronista de la ciudad, José Luis Rodríguez en el Colloquium de invierno

Por Jorge Huerta E./ informatePR

Poza Rica, Ver.- Una grata sorpresa para muchos de los asistentes fue escuchar de viva voz a uno de los personajes representativos de Poza Rica en el mundo de las artes, sobre todo el hecho de compartir sus experiencias en el que fue el primer asentamiento urbano de esta ciudad, cuando aún funcionaba la maquinita conocida como “la burrita”, durante un periodo que estos territorios pertenecieron al municipio de Coatzintla.

El maestro José Luis Morales conocido como Luigi, quien es uno de los protagonistas como toda una institución por sus enseñanzas en el entorno de la danza, fue uno de los primeros maestros del rubro y que ha sacado muchas generaciones de jóvenes pozarricenses y de la región. Él platicó como fueron sus primeros inicios para convertirse en un profesional con vigencia hasta en la actualidad.

Entre expresiones de admiración y risas el maestro José Luis Morales comentó algunas de sus andanzas cuando niño, en los primeros desfiles de conmemoración de las Fiestas del petróleo, lo que influyó para dedicarse posteriormente a la preparación como maestro de danza en la ciudad de Poza Rica, conocimientos que ha adquirido para compartirlos con generaciones y generaciones durante décadas.

Asistentes al colloquium de invierno «Manantial de la memoria» (Foto: Jorge Huerta E.)

Durante su intervención, espacios con música marcaron la pauta para que cada tema fuera surgiendo, pues la danza se nutre de todas las artes, el folklor y las costumbres, del arraigo de la tierra, comenta el maestro. A la congregación de Poza de cuero, se le conocía así por los abigeos de la época que mataban las reses y las pieles o cueros la lanzaban al arroyo y de ahí su nombre.

A un costado de la primera escuela, Enrique C. Rébsamen se encontraba la primera plaza en la que se comerciaban los productos que llegaban de los campos agrícolas de la región, en la calle Pípila, lugar donde los arrieros con sus mercancías hacían “plaza”. Otro de los espacios de comercio de muchos años es el mercado conocido como de la Camacho, el cual era en un principio un pantano de ranas.

En ese tiempo existieron algunas haciendas como la de Macario del Ojo, el cual tenía diversas actividades, ahí se sembraba lo que llamaban en aquel entonces “oro verde”, pues había grandes extensiones de plataneras; “en la mañana me levantaba y subía al granero y salían los patos y cerdos… también tomaba leche bronca…”, pues en aquel tiempo eran campos en la incipiente urbanidad.

El rancho de Macario del Ojo colindaba con el de Nicolás Castañeda, en lo que hoy es la colonia Independencia. También recuerda que “Chico” Larios tenía una recua de mulas y ahí era donde se hacían bailes con paso doble, corrido, danzón y fandango, Chabelita del Ángel y Basilia del Ángel eran grandes zapateadoras.

Había diversas actividades como las que se visualizan en las películas del llamado cine de oro mexicano, por ejemplo, en los cumpleaños del señor del Ojo, mataban una res e invitaban a la comunidad, hacían carreras de caballos y peleas de gallos, afirma que se bebía de todo, una de las bebidas más populares era el tequila “Cuervo” con limón.

Las fiestas eran amenizadas por el trío “La malinche”, el cual tomaba su nombre por el cantante era de la danza de la malinche, aquella que se ejecutaba en Todos Santos, con los danceros que se conocían como los huehues; esta es una de las tradiciones por excelencia del totonacapan y la huasteca.

La piedra

Otro de los comentarios del maestro Luigi que causó revuelo fue sobre el terreno que le denominaron la piedra; era un solar muy grande donde llegaban las carpas y el circo, hay que recordar que la carpa era un espectáculo popular donde diversos artistas hacían sus presentaciones. El patio estaba detrás de la escuela Manuel C. Tello, muy cerca de la avenida Independencia también conocida como la vía.

Le llamaban la piedra porque ahí se haría una construcción de un mercado, sin embargo, sólo se colocó la primera piedra, es por ello que así se le conoció a ese lugar; más tarde se hizo una donación para la construcción de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, conocida coloquialmente como “La Lupita”.

Otra de las construcciones de la época fue el cine Riquelme que se inauguró en 1959 donde se exhibió la película Tizoc, estelarizada por María Félix y Pedro Infante. Éste se encontraba donde hoy están las fondas de Garibaldi, muy cerca del arroyo del Mollejón, frente al “paseo de la burrita”.

Mujeres devotas

Otra de las anécdotas del maestro Luigi giró en torno a la vida de las mujeres que llegaron de diversos lugares a esta localidad, pues al ser un espacio de trabajo había más varones que féminas, por lo que vinieron en busca de fortuna, así es que de esta manera se conformó la zona de tolerancia.

Aunque la gran mayoría llegaron de Tampico, ciudad que tuvo también su auge petrolero desde el porfiriato y después de la revolución, hubo mujeres de otras latitudes. Algunas ya habían ejercido en el puerto de Tampico, lugar de actividad petrolera y comercial, donde llegaban barcos de Europa y Estados Unidos.

Ellas vinieron para prestar un servicio a la comunidad, sin embargo, también eran fieles devotas, de tal manera que todas poseían su rosario, comenta. Aunque el maestro contó algunas otras anécdotas, primeramente, se disculpó ya que dijo sentirse un usurpador pues reconoció que su fortaleza se encuentra en la danza, sin embargo, arrancó risas y exclamaciones de los asistentes durante su presentación.

El cronista

Por su parte, el cronista de la ciudad, ingeniero José Luis Rodríguez Badillo, durante su intervención inició diciendo que las chapopoteras fueron descubiertas entre 1902 y 1908, cuando los hermanos Furber llegaron a la región a explotar los yacimientos petrolíferos, en una incipiente industria petrolera.

Habló de los primeros asentamientos de las colonias representativas de aquel tiempo, de cómo la obrera se convirtió en el centro comercial y la razón por la que la Laredo tomó el nombre del aquel lugar de Texas, pues por el hecho que los habitantes del otro lado del arroyo del hueleque eran de escasos recursos contrastaba con los que vivían de este lado del arroyo, la colonia americana.

Sobre la máquina de vapor que venía de Cobos a Furbero y pasaba por lo que hoy es Poza Rica (km 56) y Poza de Cuero (km 52) y el kilómetro 31, donde había una bomba, el cronista comentó que fue construida durante el porfiriato, él afirmó que después la compañía “El águila” compró la infraestructura petrolera a Furber, la gente iba a la barra de Tuxpam, ya que ahí la compañía tenía una refinería y por ende existían los servicios y mercancías que no había en Poza Rica.

En la comunidad de Palma sola, se encontraban las oficinas de la compañía “El águila”, pero el 20 de diciembre de 1932, que él la llama una fecha histórica, es cuando las oficinas, el inventario de sus talleres y casas fueron reubicadas en el campo que en el futuro vendrá a ser la ciudad de Poza Rica.

Rodríguez Badillo afirma que muchos trabajadores que laboraron en la brecha huasteca, de Tuxpam a Tampico vinieron a Poza Rica por la declinación de aquellos campos, los mismos obreros que antes estuvieron en Tampico vinieron posteriormente en la búsqueda de trabajo. La ruta más accesible era por agua, en lancha y chalán, ya que debían atravesar, ríos y arroyos por espacio de varios días.

El cronista pozarricense platica de las fechas de algunos acontecimientos, mismas que maneja al dedillo, pues ha escrito ya, varios libros de la serie “Por la senda del recuerdo” en los que expone la información que ha recopilado a lo largo de los últimos años.

Uno de los datos importantes que aporta es que, a través de Arturo Barragán Ponce, se integra el comité pro pueblo, que no es más que la intención de los pobladores de emanciparse del municipio de Coatzintla, debido a que un voraz incendio en Poza de Cuero, no recibió la ayuda de las autoridades de la cabecera municipal de la Villa de Coatzintla.

Argumenta que el peso que tenía en Ingeniero Jaime J. Merino tuvo un resultado favorable para la declaración de Poza Rica como municipio libre, pues además contaba con organizaciones, comercios y vida económica propia.

El ingeniero Badillo también dice que en 1953 nace la primera estación de radio (XEPR) y el primer periódico local, “La opinión”; la creación de la comisión tripartita fue uno de los detonantes en el crecimiento de Poza Rica, pues los trabajadores petroleros pudieron comprar los terrenos de la hoy colonia obrera que se convertiría en la zona comercial del centro de la localidad.

La Rosa Blanca

Sobre la Rosa blanca surgieron preguntas en el sentido si había sido una historia verídica, el cronista de la ciudad enfatizó que está basada en la historia verídica de las guardias blancas que eran personajes que presionaban a los dueños de las tierras y que no querían vender. De ahí se acuñó la frase “te pagamos a ti o a tu viuda”, en referencia que lo obligarían de una forma u otra a cederles sus terrenos.

El maestro José Luis Morales, Luigi, comenta que cuando niño, su madre le había encargado a él y su hermana los esperara en casa hasta que ella llegara, sin embargo, al pasar el tiempo y no volvía se aventuraron a buscarla bajo la amenaza de su progenitora que debían obedecer, pero esa insolencia les llevó a la calle Chapultepec de la colonia Ávila Camacho y cuál fue su sorpresa, que vieron cuando una procesión pasaba por las calles del lugar.

En ella estaba su madre que había sido utilizada, así como otras personas que vivían en esos rumbos, como extras, ya que se requería de una multitud en la escena donde la marcha de protesta era por la exigencia de los trabajadores y familiares que no recibían apoyo cuando algún familiar fallecía dentro de las actividades laborales, por las precarias condiciones de seguridad de la petrolera privada de ese entonces.

Historia rosa

El organizador del Colloquium de invierno, “Manantial de la memoria”, el maestro Andrés Bolaños hizo hincapié que de Poza Rica hay mucho que escribir, que hasta el momento considera que no se quiere hablar de ciertos sucesos de nuestra ciudad, que hace falta escudriñar, que solo se ha escrito una historia rosa, de Barbie. (18/enero/2024)

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