– Entre los caminos reales y sendas de arrieraje abre sus puertas la primera sala de exhibición arqueológica de Poza Rica
Por Jorge Huerta E./ informatePR
Poza Rica, Ver.- En la cronología de la Casa de Teja se habla de caminantes de los pueblos mesoamericanos que dejaron huella en la zona de transición entre la huasteca y el totonacapan, donde se abrió espacio para la Poza Rica que hoy conocemos.
Esos mismos caminos, que se convirtieron en la época colonial en las vías de comunicación y comercio, entre los habitantes de distintas culturas en momentos diferentes, dentro de la historia de nuestro país, las cuales subsistieron hasta el siglo XX.
Centros ceremoniales
Los centros ceremoniales antes de la llegada de los españoles se encontraban en distintos puntos de lo que hoy es en el estado de Veracruz, en la baja huasteca y el totonacapan.
Tabuco, en Tuxpam y Castillo de Teayo en la huasteca, por una parte, y en el totonacapan más próximo, el Tajín, Cuyuxquihui y más hacia el centro de la entidad, Vega de la Peña, el Cuajilote y Yohuilichan, entre otros, fueron espacios que albergaron a las poblaciones que tenían la necesidad de intercambiar sus mercancías.
Comercio
Una vez que los españoles hicieron su aparición en estas tierras, tuvieron que transitar los parajes que habían sido utilizados por los pueblos originarios para convertirlos en camino reales, y la creación de otros, ya que la orografía, sobre todo en la zona serrana, era de muy difícil acceso.
Uno de los cambios en esos caminos fueron la utilización de carros tirados por animales; aunque hay que hacer hincapié que muchas de las comunidades se mantuvieron aisladas a la vida Virreinal, sin embargo, la necesidad de comerciar sus productos y adquirir otros, mantuvo el contacto por medio de los caminos de arriería.
Casa de Teja
Uno de esos caminos que iba o venía, según el caso, de la huasteca hacia el totonacapan pasaba por lo que hoy es Poza Rica, a unos metros de la Casa de Teja, lugar que abre sus puertas a una sala de exhibición arqueológica de piezas prehispánicas encontradas en el lugar y que pertenecieron a esas dos culturas.
El camino de Tuxpam a Papantla era una vereda por donde transitaron pobladores antiguos hasta apenas en siglo XX, antes de convertirse, Poza Rica, en la urbe petrolera que hoy conocemos; uno de los primeros pobladores en lo que hoy es la colonia Manuel Ávila Camacho, conocido como el coquero, a principios del siglo XXI comentaba que recorría el camino real que pasaba cerca de ahí.
El coquero, personaje conocido en la congregación de Poza de Cuero, vivía muy cerca del campo Ichante, aseguraba que cerca de ahí, pasaba el camino real, convertido en camino de arriería, por el que se trasladaba a la ciudad de Papantla, caminando. Esa vía pasa a un lado de la Casa de Teja, lugar donde fueron encontradas piezas arqueológicas mientras se construían sus cimientos.
Este domingo 30 de junio se inaugura la sala de exhibición arqueológica conocida como la Casa de Teja, en la colonia Ampliación Parcela 14, su director, Narciso Juárez Francisco esperó 10 años para la llegada de este momento. Paulatinamente, exhibirá las más de mil piezas en la sala construida ex profeso.
Este será un nuevo capítulo de la historia de Poza Rica que sin duda cambiará la percepción de lo que conocíamos hasta entonces; no existe historia oficial de nuestra ciudad, por lo tanto, podemos decir que falta mucho por hacer, en este sentido, ahora, con el ingrediente prehispánico. (29/junio/2024)
